lunes, 24 de octubre de 2022

Reto Saca al asesino que hay en ti. 10/2020

 El reto del club cyrano de octubre del 2020 era este: https://clubdeescrituracyrano.com/saca-al-asesino-que-hay-en-ti/

En este reto lo único que pedían era escribir sobre un asesino, alguien que por el motivo que sea, asesina a otra persona. Puede estar justificado, o no. Puede ser algo ocasionar o reincidente, pero pedían al menos un asesinato.

Para mí, este relato es especial porque es el primero en el que participé en el club y, claro, es el menos pulido. Pero tiene ese encanto especial al compararlo con los últimos relatos y ver cómo he ido aprendiendo y mejorando poco a poco.

Para este relato traje un personaje de una partida de rol que dirigió mi buen amigo Daniel Piniella. La partida estaba ambientada en el mundo de Vampiro, la mascarada y me encantó la figura de los malkavian.

Para los que no conozcais este universo, hay varios clanes con características muy definidas y los malkavian se caracterizan porque todos tienen algún tipo de enfermedad o trastorno mental que los hace impredecibles.

Para la partida creé al personaje de Crescencia y para este relato lo que hice fue, durante la noche de halloween, dejarla salir a dar un paseo y darse un festín a lo grande.


ATENCIÓN. El relato contiene violencia extrema, e injustificada. Se regodea con el dolor ajeno y ralla con la turtura física.


Os dejo con el relato y lo comentamos después.




La caza de Halloween


Me llamo Crescencia y soy un ser de la noche, lo que la gente común llamaría una… Vampiresa. Hoy es Halloween, es mi noche y me voy a divertir.

Llevo puesto un disfraz de soldado sexy con muy poca ropa, al fin y al cabo, el frío no me afecta. En las caderas dos cuchillos que parecen de juguete, en mi riñonera mis piedras mágicas y una aguja para el pelo con la punta de plata.

Me encamino al parque más cercano y empiezo a deambular, la sed me mueve, me incita a correr, pero sé que esta noche no tengo que darme prisa. Esta noche tengo que divertirme.


Mientras voy caminando se me cruza un chulito disfrazado de algo sacado de los setenta.

—¿Qué hace una chica cómo tú, en un sitio como este? —Se queda mirando mis piernas.

—Soy soldado, y tengo una misión, tengo que matar gente, ¿me ayudas? tienes pinta de ser muy fuerte. —Paso mi lengua por mi labio y luego muestro los dientes provocando al imbécil.

El pobre desgraciado está bastante desinhibido y no se lo piensa dos veces y fusionamos nuestras bocas. Quiero darle un poco de gusto antes de su final. En un momento dado me muerde el labio y le separo un momento.

—¿Te gusta morder, grandullón?

—En la cama me encanta morder y que me muerdan. —Suelta una risilla idiota.

—Pues aunque no estemos en una cama, estás de suerte. —Muerdo con suavidad su labio—. Porque a mí también me encanta morder. —Y proseguimos.


Después de unos minutos, cuando veo que no hay nadie cerca, le muerdo la lengua con todas mis fuerzas y empiezo a tirar hacia atrás. Él intenta gritar, pero con su boca parcialmente tapada por la mía, apenas se escucha nada y yo no dejo de tirar. Al final, con un desagradable ruido de desgarre, él se cae de espaldas y se queda sentado en estado de shock y mientras tanto, entre mis dientes se queda su lengua como un saco de rojo sangre de pura tentación.

Yo me quedo disfrutando un momento y él, incapaz de moverse, empieza a ahogarse con su propia sangre. La que sale por el orificio donde antes estaba su lengua.

Mierda, he cometido un error fatal, me estoy perdiendo la cena. Salto a su cuello y empiezo a darme un festín con su sangre.

Tengo tanta sed que apenas puedo controlarme hasta que el pobre está seco. Entonces le arranco la garganta de un bocado cargado de rabia y la escupo. Lo levanto en vilo e intento sacar un poco más de sangre, de la que se ha tragado el muy idiota, como si fuera una botella vacía. Pero no sale nada. Todos los vampiros dicen que la sangre de alguien que está aterrorizado sabe mucho mejor, y es verdad. Pero a este no le he sacado mucha y me he quedado con sed, así que toca volver a ponerse en marcha.


Lo que más me gusta de cazar en Halloween es que no pasa nada si te manchas un poco de sangre. Hace un par de años iba de sangre hasta las orejas y un tipo se me acercó y me dijo que la sangre era súper realista e incluso me preguntó cómo lo había conseguido. Yo le dije que había matado a tres idiotas, él se echó a reír y se fue. Era cierto, claro está, pero él no lo sabía.

Poco después veo a un hombre intentando dormir tapado por unos cartones. La ropa está muy sucia. Huele a vino barato y excrementos. Me acerco al tipo y parece no verme. Le agarro la cara con las dos manos y le obligo a mirarme a los ojos. En ese momento parece entrar en sí.

—¿Se puede saber qué coño haces? dejame dormir, estúpida.

—Aún no estás preparado, soldadito. —Le doy un suave beso en los labios y le pongo un billete de 20 euros en la mano.

—Toma esto y cogete un buen pedo esta noche, invito yo. Cuando estés listo vendré a buscarte y te daré un nuevo hogar. Hasta entonces, disfruta del momento. —y sigo mi camino. Es un buen candidato, pero aún está muy verde, aún no ha visto la luz.


Al cabo de un rato veo a una chica muy mona, con el pelo largo que le llega hasta la cintura, vomitando detrás de un arbusto. Parece un géiser de todo lo que está soltando por la boca.

Yo que tengo un gran corazón me acerco a ella y le sujeto el pelo con la mano izquierda mientras vomita.

Al terminar, se queda jadeando unos segundos. 

—¿Se puede saber qué haces? sueltame el pelo joder. —Yo agarro con más fuerza—. Cariño, yo sólo te estoy ayudando para que no te manches el pelo, que es súper bonito. Deberías darme las gracias por ayudarte. —Con la mano derecha, giro su cabeza para obligarla a que me mire. Ella me observa asustada.

—Vale, gracias, me has ayudado, ¿Qué quier...? —En ese momento con la mano derecha sujeto su mandíbula para que no se mueva y con la izquierda empiezo a tirar del pelo.


Ella empieza a gritar, pero le meto los dedos, índice, corazón y anular dentro de la boca para evitar que grite. Ella empieza a morderme los dedos y yo cada vez tiro con más fuerza del pelo. Al mismo tiempo acerco mis labios a su oído.

—Ohhh, sí. me encanta. sí, sigue mordiendo. más fuerte. así me gusta. no pares por favor.

Su cara va cambiando del enfado, a la confusión y al terror más absoluto hasta que al final el pelo se separa de su cabeza y suena igual que un velcro, pero muy grande. En su cabeza, ahora calva, empiezan a aparecer infinidad de puntitos rojos de sangre y entonces ella se desmaya, con lo que aprovecho para hacer un nudo a la parte alta del pelo y lo ato a la riñonera.

Esta vez no quiero liarla y dejar que se desangre sola así que empiezo a alimentarme de ella, pero otra vez, tengo tanta sed acumulada que no puedo controlar y la acabo dejando seca. Con uno de mis cuchillos le atravieso el corazón para evitar que se convierta. Ella no es una buena candidata a vástago mío.


Sigo vagando por el parque hasta que veo a dos chavales muy borrachos que están solos. Entonces uso mis poderes de vampiresa y me centro en el más enclenque. Utilizo lo que nosotros llamamos dementación para abrir su mente y vuelco toda mi ira y desprecio hacia los humanos.

El chaval se pone nervioso y empieza a gritar a su amigo, el cual no entiende nada. Yo sigo influenciando su mente hasta que se enfada tanto que intenta pegarle un puñetazo.

Su amigo se aparta e intenta calmarle, pero es imposible, yo soy más fuerte.

Tras varios intentos, el chaval fuera de control le pega un puñetazo en la cara a su amigo y este, a causa de la borrachera, reacciona instintivamente y se lo devuelve.

Entonces se empujan y acaban en el suelo pegándose como unas niñas, hasta que el fuerte, sin querer, deja K.O. a su amigo golpeando su cabeza contra el suelo.


Me encanta ver a otros pegarse sin motivo, es tan excitante. Entonces me acerco al triunfador, que tiene la adrenalina por las nubes, y eso hace que su sangre sea más dulce.


Entonces, su mente está tan aturdida que al verme intenta pegarme. A mí. Yo esquivo varios golpes sin problemas. Me doy cuenta que puedo hacer un poco más sabrosa su sangre si me esfuerzo un poco así que cuando intenta pegarme el tercer puñetazo y le golpeo con mi mano cerrada en su puño y a causa de la diferencia de fuerza se le rompe el brazo por diferentes puntos.


Él entra en pánico, entonces aprovecho para hundirle el esternón de un puñetazo, lo cual le impide respirar y el terror se apodera de él al ver tan cerca su fin. Yo aprovecho para beber su sangre que circula frenética por su cuerpo, llena de dulce adrenalina y terror. Bebo hasta la última gota de su sangre deleitándome. Es la mejor tajada de la noche.


En ese momento escucho un grito cercano y escucho que alguien sale corriendo. Mierda, ¿de dónde ha salido? cojo una de mis piedras mágicas y mientras apunto a la nuca digo.

—Pikachu, te elijo a tí. Usa Impactrueno. —La piedra vuelva con fuerza sobrehumana hasta encontrar la nuca. Momento en el que con un fuerte crujido, la persona cae de espaldas al suelo.

Pikachu me mira y me sonríe. Me acerco, le tomo el pulso al sujeto y veo que está a punto de morir, apenas respira. —Pikachu, te he dicho impact trueno, te has vuelto a pasar... No me digas pika pika, sabes que lo has hecho mal, coño... no me pongas cara triste, ahora voy a tener que comerme a un señor de baracaldo, y ni siquiera sé si me gusta... Sí, aún tengo un poco de sed, pero quería divertirme un poco más… Cállate. Pikachu, vuelve. —Cojo la piedra ensangrentada del suelo y la devuelvo a la riñonera. Le doy la vuelta y es un chaval disfrazado del cantante de moda del momento... En fin, no voy a dejar que se estropee la comida, sería de muy mala educación, así que a beber...


Una vez saciada la sed, me encamino hacia la salida del parque. cuando me cruzo con el mendigo de antes le pongo el pelo de la chica por encima.

—Ala, guapo, para que no pases frío.

No ha estado mal la noche, me voy con la tripa llena y me han mordido la mano, ha sido un poco suave, pero algo es algo. Habría sido más divertido una buena puñalada en el estómago o un disparo a quemarropa, pero qué se le va a hacer…




Lo primero decir que he añadido un par de detalles pequeños y una escena que se quedó en el tintero por la limitación de 1500 palabras por texto. Esto lo he remarcado de este color. Quería aclararlo antes de empezar.

Una de las cosas que me comentaron los compis del club, y tienen toda la razón es que el relato puede parecer incompleto porque no tiene las partes básicas de una narración: Inicio, nudo y desenlace. Tampoco tiene un conflicto per sé ya que Crescencia es tan poderosa que nadie le impide hacer lo que quiera. En resumen, es un paseo por el parque muy gore, pero no cumple con las partes que se presuponen para una narración. Como he dicho al principio, fue mi primer relato del club y se nota.

A pesar de ello, me gustó mucho escribirlo. E insisto, para mí es importante porque es una forma de ver mi progreso a lo largo de estos dos años al lado de las chicas del club y los compañeros.

Espero que hayáis disfrutado del relato.

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