domingo, 29 de enero de 2023

Reflexión: Creación de mundos.

 Como prometí vuelvo este domingo con una reflexión sobre un tema que me resulta muy interesante. Lo que llaman world building o creación de mundo y en castellano existe el término demiurgo, pero no termina de gustarme. pero antes de entrar en materia, una aclaración.

En las novelas de fantasía, es muy importante crear una ambientación interesante y singular, a menos que sea fantasía urbana, pero eso es otro tema. Los grandes escritores han creado sus mundos o universos que guardamos en la memoria, como la tierra media del señor de los anillos, Idhún, de las memorias de Idhún, el viejo mundo de Warhammer o Mundodisco. ¿Y por qué menciono estos mundos? Porque a pesar de las posibles similitudes que pueda haber entre, sobre todo, el señor de los anillos y warhammer, son inmensamente diferentes y característicos. Tienen razas, ciudades, costumbres y personajes particulares. Es necesaria una conjunción de todas esas cosas porque un error es pensar que con un mapa ya se ha creado un mundo súper original, porque hay ciudades y lugares que son únicas en ese mundo, ¿no?.

Lo que diferencia de verdad un mundo bien construido es que da el pego de que es un mundo vivo, con sus reglas propias y que se sustenta por sí solo. 

Brandon Sanderson en su Curso de escritura creativa explica que los mundos que construye son como enormes icebergs huecos, nos muestra la parte visible del mismo y nos da a entender que hay mucho más, aunque solo sea una ilusión. Pero dentro de esa ilusión es necesario tener una sociedad propia con sus reglas, puntos buenos y puntos malos, para que sea creíble.

Para dar un ejemplo, siempre me acordaré de la infame Ankh-Morpork de Mundodisco, una ciudad donde hay un sindicato de ladrones y asesinos que tienen un cupo para sus fechorías y pagan tributo por ellas. No pueden matar más de lo estipulado, y eso crea que si alguien va por la noche a ciertos barrios de la ciudad y le matan se considera suicidio y no asesinato, por haber ido a esa zona.

Suena terrible, ¿verdad? Pero es una característica que no existe en ninguna otra historia que conozca y la hace especial.

Brandon Sanderson es un especialista en creación de mundos y sistemas mágicos, pero esto último es tan complejo que prefiero tratarlo por separado. En cuanto a creación de mundos, tiene un mundo en el que llueve ceniza volcánica cada día. Tiene otro mundo en el que hay unas grandes tormentas periódicas que arrasan el mundo del este hacia el oeste y la fauna y la flora se han adaptado a ellas. Tiene un mundo con doce lunas, que dejan caer esporas y crear océanos de esporas que son navegables gracias a la licuación de las mismas. Tiene un mundo que no gira. Es un sistema de sole binarios, uno muy grande que da a la cara diurna del planeta y el otro, más pequeño, y tras una capa de partículas, da siempre a la cara nocturna. Y tiene otros mundos, muy diferenciados y característicos. Por ejemplo, en el de la ceniza suelen decir herrumbres, pero en el de la tormenta expresan Tormentas, o Tormentoso… Puede parecer un detalle menor, pero eso es lo que los hace únicos y especiales.

Insisto, un mapa con unas localizaciones vacías y una sociedad sin ningún distintivo no es crear un mundo.

Como ya dije en la reflexión sobre el género de fantasía, un libro que realmente me gusta es el que me hace soñar con su mundo, con vivir según sus reglas y en sus lugares, es el libro que tiene una identidad propia, rica y especial.

Yo estoy creando un mundo, y lo digo en gerundio porque de vez en cuando añado cosas nuevas, que no tiene una sociedad, sino muchas. Cada raza tiene su sistema de gobierno, su cultura, su religión y sus características tanto físicas como mentales. Para mí, crear mundos es proyectar el conjunto de las sociedades, culturas y razas hacia el futuro, ligándolas con el territorio en el que viven, es intentar interpretar lo que va a pasar cuando el bloque de las sociedades choquen, uniéndose o separándose y las consecuencias que eso tendrá.
Pero una de las bases más obvias y claras, que yo al menos, uso siempre, es basarme en la realidad como base y darle después un giro de tuerca. Por ejemplo, para uno de los relatos cuyo reto era escribir greenpunk (un escenario apocalíptico relacionado con la naturaleza), tomé la información sobre los micelios que están en el terreno fértil y que comunican todos los árboles y plantas en una red inmensa. El más grande conocido está en el oeste de Oregón con novecientas sesenta y cinco hectáreas, lo que equivale a mil trescientos cincuenta campos de fútbol.

Pues en base a esto, imaginé que modificaban la soja y ésta, acababa comiéndose los micelios del mundo dejando el mundo reseco e infértil por lo que la sociedad construía unos barcos ciudades y se lanzaban a vivir en el mar, dónde la desaparición de los micelios no afectaba.

Creo que me estoy extendiendo demasiado. Lo que quiero decir es que cuando nos presentan un mundo bien construido, con sus características únicas y sus sociedades, entonces tiene uno de los ingredientes para ser una obra maestra. No lo es todo, lógicamente, pero ayuda mucho.

Para la semana que viene voy a traer de vuelta un género que hace mucho que no traigo, el humor absurdo. El domingo que viene voy a traer un relato muy especial y al que tengo muchas ganas. Es muy meta. Pero no quiero dar más detalles.

Muchas gracias, y espero que hayáis disfrutado de mi reflexión, aunque sea un poco caótica.


domingo, 22 de enero de 2023

Relato Los fans

Bueno, segundo relato del año dos mil veintitrés. Os vuelvo a traer las aventuras de Adán, como anticipé la semana pasada.
Hay una parte que no puedo revelar porque me he presentado a una antología de relatos y hasta que no se revele quienes participarán finalmente en la misma, será material confidencial dentro del lore del mundo y para nosotros será secreto. Lo he integrado en la historia para que sea coherente que los personajes no puedan hablar del tema.
Este relato es más un capítulo intermedio, necesario, de lo que vendrá. No tiene una trama un poco simple que he adornado con un poco de humor absurdo, pero es la preparación que necesita Adán. Pero no adelantemos acontecimientos, os dejo con el relato y seguimos después.


Los fans

—Adán, siento lo ocurrido.

—Ya, HUE.

—En serio, no fué culpa mía, Adán. Pero por motivos de seguridad, la empresa lo considera información clasificada.

—Ya, y a Adán que le den, ¿no?

—Sabes perfectamente que la humanidad depende de estas instalaciones. No podemos dejar de engendrar bebés o la humanidad desaparecerá.

—Ya, pues no quiero hablar de ello. Si es clasificado entonces lo clasifico para ti también. Déjame escribir.

Adán estaba sentado en su escritorio, en la cúpula de observación viendo la tierra en el horizonte. Estaba sentado intentando terminar una novela.

—Adán, deberías dejar que te ayude. Es por tu salud mental.

—Ahora no, HUE, voy a intentar escribir el final de esta novela. Si tan solo tuviera a dónde ir…

—Adán, hay algo sobre tus libros que nunca me has dejado contarte.

—Porque no quiero que me lo cuentes. Deja que me concentre, por favor.

La estabilidad mental de Adán se había resentido gravemente a raíz de un incidente que la compañía consideró que debía guardarse en secreto. Adán había pasado una racha en la que apenas había podido dormir y tenía los nervios a flor de piel. Incluso se planteaba dejar la estación espacial en la que llevaba trabajando veinticinco años

Los siguientes días volvieron, aparentemente, a la normalidad. Adán volvió a sus tareas matutinas revisando el crecimiento de los bebés, con sus ejercicios físicos e incluso terminó la novela e interpretó cuatro minutos y treinta y tres segundos de Jhon Cage a la perfección.

—HUE, voy a ducharme, no me pases llamadas.

—Adán, no te llama nadie.

—HUE, era una broma, solo eso.

—Entiendo… Adán, no vuelvas a hacer pis en una ducha de agua reutilizable.

—¿EH? HUE, eso solo pasó una vez, y lo sabes. Al principio no sabía cómo funcionaba.

—Adán, era una broma, solo eso.

—¿QUË? Pues no tiene gracia, HUE.

—Hmmm…

Adán se ducho y mientras lo hacía improvisó una canción cuya letra era “Pasta de dientes. La, la, la, la, la, la, la.” repetido indefinidamente. No pensó, simplemente soltó lo primero que le vino a la cabeza.

—Adán, ¿Puedo preguntarte por qué cantas eso? Tu pasta de dientes está en el neceser, en la taquilla del baño. Y lo sabes.

—No lo sé… —Adán se puso muy serio mientras se secaba—. HUE, ¿Qué tienes en contra de la pasta de dientes?

—Nada, Adán, yo solo…

—Te he pillado, HUE. En realidad perteneces a la asociación terrorista de los caristas. Quieres propagar las caries por el mundo y que todas las personas acabemos con caries. De hecho, seguro que estáis compinchados con los dentistas para que, al tener caries, vayamos más a menudo a sus consultas y así ganar mucho más dinero.

—Adán, ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?

—Claro que me doy cuenta, HUE. Eres un asesino de dientes, un sicario a las órdenes de dentistas oscuros que les da igual hacer un genocidio indiscriminado de dientes si con ello ganan dinero. ¡Genocidio de dientes, HUE!

En ese momento la puerta de seguridad del baño se cerró. Era una esclusa compartimentada pensada para una posible descompresión de la base.

—Adán, tranquilízate o no te dejo salir del baño.

—Ahora que conozco tu secreto, pretendes silenciarme, ¿eh, HUE? Sabía que podías seguir sin mí.

—Ni puedo trabajar sin ti ni pretendo silenciarte. Solo quiero que te tranquilices, Adán.

—Ya, claro. Me vas a dejar morir de sed aquí dentro.

—Adán, puedes pasar muchos días sin comer y tienes agua para beber. Pero depende de ti, y solamente de ti, cuánto tiempo vas a estar encerrado. En cuanto te tranquilices, abriré la puerta. Es por tu propia seguridad.

—HUE, ahora solo puedo pensar en esa terrible organización terrorista de los caristas y sus planes oscuros. Es terrible.

Adán se sentó en el suelo y se abrazó las piernas. Empezó a moverse de manera rítmica de adelante hacia atrás. Y continuó.

—Alguien tiene que detenerlos, por el bien de la humanidad y de los bebés, con sus futuros dientes. ¡Tengo que hacer algo, HUE!

—Los bebés que mandamos a la tierra ya tienen buena parte de sus dientes, Adán. Pero, lo más importante es que no existe esa organización de la que hablas.

—Eso lo dices porque estás compinchado, HUE.

—¿Y qué se supone que me dan a cambio? Yo sí que no necesito nada, no tengo cuerpo físico ni nada en lo que gastar dinero.

—Han manipulado tu mente fría para forzar tu lógica y pienses que es por un bien mayor. Como Skynet en Terminator y cosas así.

—Adán, no existe nada parecido. Pero deberías escribir acerca de ello una novela y así sacártelo de la cabeza. Podría ser un buen argumento.

—Podría ser una buena opción, y así, estaría denunciando… denunciandoos —adán señaló la pared que tenía enfrente— por vuestros terribles crímenes.

—Adán, no hay nada que denunciar. Eso que dices, no ha ocurrido ni va a ocurrir.

—Podría hacer una novela policiaca, con tintes de novela negra. Un detective privado en una ciudad oscura llena de cuerpos de dientes, casos sin resolver y una organización terrorista. Suena bien.

—Adán, tenemos que hablar sobre tus libros.

—No es un buen momento. Necesito tranquilizarme, HUE. Ahora no.

—Siempre me dices lo mismo, Adán.

—Ya.

Adán tardó media hora en tranquilizarse lo suficiente como para que HUE le dejara salir. Entonces siguió con su día y esa tarde empezó a escribir la idea de los caristas. Y mientras escribía la novela fueron pasando los días con normalidad.

—Adán, tenemos que hablar sobre tus libros.

—HUE, no es un buen momento. Estoy intentando escribir.

—Llevas una semana diciéndome lo mismo, cada día, y a cualquier hora.

—Nunca es un buen momento. HUE.

—Entiendo.

HUE revisó las posibilidades que tenía y optó por no dejar pasar más tiempo.

—Adán, ya hemos pospuesto esta conversación demasiado tiempo.

—No. —le interrumpió Adán.

—Sí. Te pongo una noticia de la semana pasada.

Entonces un monitor de control en la sala despertó.La imagen estaba congelada al inicio. Apareció una reportera y había mucha gente frente a un local comercial, ella estaba señalando a la gente.

—Estamos en la librería Cyrano perteneciente al grupo empresarial MGPyVRG SL. y la gente no para de congregarse desde primera hora de la mañana para pedir explicaciones.

La periodista se acercó a un grupo de gente y les preguntó qué estaban haciendo, todos reunidos.

—Estamos preocupados. —Una chica morena con el pelo liso y rasgos asiáticos se puso frente a la cámara—. Adán siempre publica sus libros sin dilación pero este último lleva ya bastante retraso. Y por mucho que investigamos, como no tiene redes sociales, no podemos ponernos en contacto con él.

—Y habéis pensado que a lo mejor las dueñas de la librería podrían comunicarse con él.

—Claro, pero dice que no han podido contactar, solo con una IA y dice que ahora mismo necesita tiempo para recuperarse.

La imagen volvió a congelarse, pero HUE no apagó la pantalla. Adán parecía igual de congelado que la propia imagen.

—HUE, ¿Es una broma?

—No, Adán. Y si miraras algún día tus cuentas bancarias te habrías dado cuenta de que tus libros se venden muy bien y que tienes mucho dinero. Hay miríadas de fans esperando ansiosas cada libro que publicas y con el parón, se han reunido para preguntar por ti.

—Eso es imposible, HUE, la humanidad ha perdido muchísima población y tienen cosas más importantes que hacer cómo reconstruir la economía, crear nuevas empresas y cosas así, ¿verdad?

—Eso también lo hacen, Adán. Pero también sacan tiempo para relajarse, viajar o leer.

HUE dejó pensar a Adán durante varios días. Él parecía aturdido, sin saber qué decir al respecto. Todo lo que había creído durante tanto, no era cierto, y aunque era mejor, le costaba aceptarlo. Al tercer día Adán se sintió lo suficientemente recuperado como para volver a hablar del tema.

—HUE, ¿por qué no me lo has contado hasta ahora?

—He intentado hablar del tema exáctamente 187 veces y siempre me has respondido que no era un buen momento y que no querías hablar del tema.

—Pero tendrías que haber insistido más, HUE.

—¿De verdad piensas que habrías escuchado si hubiera insistido? De hecho no me has hecho caso a mí, sino a la reportera de televisión.

—Puede que tengas razón… —Adán se masajeó la cara con las manos—. Eso significa que tengo dinero para jubilarme, ¿no?

—Supongo que sí. Técnicamente tienes dinero para construir un país pequeño así que si no despilfarras demasiado y escribes algunos libros más, podrías vivir en cualquier lugar.

—HUE, ¿quieres que me marche?

—No, Adán, si tú te vas tendrán que enviar a otra persona. Y, aunque te cueste aceptarlo, te tengo mucho aprecio después de trabajar veinticinco años contigo. No deseo cambiar de trabajador.

—Pero te he dicho que quiero dejar el trabajo por lo que ha ocurrido y tú me dices que tengo dinero y lectores. ¿no suena a que quieres que lo deje todo?

—Adán, solo quiero lo mejor para ti, sea lo que sea.

—Lo tengo que pensar, HUE.

—Lo sé.



Adán, como veis, ya está pensando en dejar su trabajo en el que lleva encerrado, literalmente, veinticinco años. Adán ya no es un jovenzuelo y vivir solo en la base lunar con una IA le está pasando factura. La gran duda es, ¿Qué hará? Adán es muy exagerado y muy… particular, así que su plan será igual de exagerado y particular al mismo tiempo. Pero eso lo veremos llegado el momento.

Para la semana que viene me gustaría hacer una reflexión acerca de la creación de mundos. Aún no he hablado del tema y mi, actualmente, escritor favorito que es Brandon Sanderson es capaz de crear mundos tan diferentes que da hasta miedo. Eso, y sistemas de magia.

A mí me gusta mucho la creación de mundos pero no estoy a su nivel. Aún así, me gustaría compartir mi opinión al respecto.

Espero que hayáis disfrutado del relato.

domingo, 15 de enero de 2023

Relato El día

 Este va a ser mi primer post serio de este año 2023 y lo voy a hacer con un relato diferente. Como ya anticipé en el post anterior es un relato sin ruedines y sin una mente guía, es decir, ya no es un reto del Club Cyrano.

A partir de ahora me toca currarme los relatos y corregirlos yo, como pueda y espero que sea decente como poco. Pero voy a explicar un poco de dónde viene esta historia.

Antes de nada decir, que no apoyo, en absoluto, las teorías conspiranoicas que puedan aparecer reflejadas en el mismo ni creo que puedan llegar a ser ni de lejos verosímil. También hago alusión hacia un grupo de gente muy concreta, y tampoco tengo nada en contra de las ideas que representan a pesar de que no estoy de acuerdo con algunas personas que pueden llevarlas a los extremos. Pero mejor vemos el relato y me explico mejor después.

Por último, la idea inicial viene de un sueño, he tenido uno recurrente en el que me montaba en un ascensor en un edificio de mil plantas y subía y bajaba solamente porque la aceleración del mismo me pegaba al suelo o me dejaba flotando cada vez que lo usaba. Sí, muy lógico el sueño.

Pues hace poco soñé que entraba en un ascensor de un centro comercial con más gente. Entonces daba aviso de exceso de peso y se acababa cayendo. Al llegar abajo estábamos en una zona abandonada del edificio y me desperté.
Pues sin más preámbulos ni spoilers, os dejo con el relato y luego terminamos de ver.





El día


Hoy he tenido uno de esos días en los que todo sale perfecto, a todos nos ha pasado eso alguna vez. O pensaba que lo era.

Lo primero, estaba trabajando en la azotea de un edificio haciendo unos taladros para llevar unos cables y cuando iba a hacer el último me he dado cuenta que la broca estaba al límite y las de recambio estaban en mi coche. Estaba deseando irme a comer y no quería perder más tiempo, así que, hice el último agujero con esa broca a punto de romperse y, de hecho, se rompió justo después de hacer el agujero. Qué suerte, ¿no?

El segundo golpe de suerte ha sido al ir al bar de confianza en el que llevo comiendo desde que empecé la obra, un sitio pequeño pero limpio donde se come decentemente y el menú del día no es caro aunque sí un poco repetitivo.

Pedí la ensalada césar de todos los días y de segundo pedí callos a la madrileña. Primero me han dicho que no les quedaba y cuando me he quejado diciendo que me encantan cómo los preparan, entonces me han hecho el favor de sacar un plato, un poco más pequeño de lo habitual, pero con esa delicia que tanto he adorado desde joven. Maravilloso.

Y, como no podía ser de otra forma, la suerte siempre ha venido de tres en tres así que cuando volví al edificio a poner los cables, el ascensor estaba llegando a la planta baja y además estaba vacío. No tuve que esperar y eso estaba muy bien, siempre he odiado esperar sin motivo. Sí, el último golpe de suerte había sido el más flojo, pero estaba bien así que seguí trabajando con una sonrisa y una canción en los labios, que era viernes y tocaba disfrutar del fin de semana.

Lo que no podía imaginarme era lo que se me iba a complicar la tarde y era que había cosas que parecían imposibles hasta que no las tenías ante tus ojos. Al llegar las seis yo ya tenía hecho mi trabajo, siempre he sido muy profesional. Entonces me dirigí al ascensor para irme a casa con mi familia y fué al subir al ascensor cuando pasó. El ascensor se estremeció al montarme, pero no le hice caso. Pulsé el cero y esperé pero no parecía tener ganas de moverse. Entonces se encendió la luz que indicaba peso excesivo, según eso yo pesaba más de cuatrocientos kilos y eso era imposible, así que empecé a preocuparme. Con la puerta cerrada no podía salir así que recordé lo que ví en un vídeo sobre caídas de ascensores y me tumbé de mala manera, como pude en el estrecho espacio y parece que ese movimiento hizo que algo terminara de romperse y caí con la cabina. La caída me pareció realmente larga para un cuarto piso, pero en ese momento pensaba que era por la adrenalina del momento. Estaba tan asustado que apenas podía pensar y cuando menos me lo esperaba noté un golpe tan fuerte en la espalda y, justo después, otro en la parte delantera del cuerpo que por un momento creí haber muerto. Una luz muy intensa me envolvió y por un instante no pude ver nada más hasta que mis ojos se acostumbraron a esa luz. Entonces me di cuenta que estaba tumbado en la parte de arriba del ascensor, con las los focos calentando mi cara, pero no era la única luz que me llegaba, podía ver también la luz del sol. No entendía nada, el ascensor estaba dado la vuelta.

Me incorporé como pude y salí fuera de la cabina, ahora sin puertas, y ví un paisaje verde lleno de vida, una pradera con árboles hasta donde podía ver, montañas a lo lejos y ningún rastro de ciudad a la vista.

Entonces me fijé en una especie de rinoceronte muy raro que estaba comiendo pasto a lo lejos, había algo que no terminaba de encajar, pero estaba allí tranquilamente. Entonces lo analicé, piel, aparentemente rugosa y gris, cuernos, regordete… ¿Cuernos? Sí, tiene tres cuernos y una placa a los lados de la cabeza. Eso lo he visto en las películas de Jurassic Park, ¿cómo he llegado a un parque temático de las películas?

—Ey, mira, ha llegado alguien.

Me giré y ví a tres chicos que se acercaban por detrás de la cabina del ascensor que seguía allí.

—Chicos, que alegría veros, ¿Dónde estamos?

—Estamos en Atvatabar, por supuesto. —Los tres me miraron extrañados.

—¿Atvaqué? Yo estaba trabajando en Villaverde cuando este cacharro —señalé el ascensor— se ha caído y he aparecido aquí. ¿Dónde está Madrid? No lo veo

Entonces se susurraron cosas en y el más mayor dió un paso hacia delante y me señaló con los ojos como platos.

—Vienes de fuera ¿verdad? del otro lado.

—Pero se supone que tenéis prohibido venir. —El mediano dió un paso atrás. Parecía asustado.

—No sé de qué me estáis hablando, pero vamos. ¿Dónde está la cámara?

—No sé cómo te has colado en un lugar en el que no deberías estar. Mira, te lo voy a explicar. —El más mayor se puso a mi lado y señaló el sol—. La tierra en la que vivimos en realidad está hueca. Dentro está Atvatabar, que es el paraíso en el que vivimos lejos de vuestra contaminación, vuestras guerras y vuestra destrucción.

Yo lo miraba sin saber qué decir, parecía una locura. Él continuó al ver que no me pronunciaba.

—Cuando acabéis con el mundo de la superficie y murais nos haréis un gran favor porque podremos restaurar el mundo y traer paz a la tierra. El mundo se reiniciará sin vosotros.

—¿Eso del fondo de verdad es un dinosaurio? —Fué lo único que atiné a decir.

—Claro que es un dinosaurio, nosotros no los exterminamos.

—¿Qué? Los dinosaurios desaparecieron mucho antes de que existiera el ser humano. Los mató un meteorito.

—Sí que le han lavado bien el cerebro a este ¿eh? —El mayor se giró para mirar a los otros dos—. Se cree todas las tonterías que le dicen. Nosotros vivimos en paz con la naturaleza, cuidamos de los animales y ellos cuidan de nosotros. —El pequeño carraspeó pero no dijo nada—. Nosotros respetamos la naturaleza, por eso conservamos el paraíso. Por eso no acabamos con los dinosaurios, ni con los dodos, ni con ninguna otra especie.

Me llevé las manos a la cabeza, tantas cosas raras me estaban causando dolor de cabeza.

—Pongamos que todo lo que me has dicho es verdad…

—Lo es. —Me cortó.

—¿Cómo salgo de aquí? Quiero irme a casa a descansar.

—Las salidas oficiales están en los polos, son las zonas más grandes. Hay otras más pequeñas, pero son privadas y tienen que darte permiso para poder salir.

—No puedo ir caminando hasta el polo. ¿Cuál es la salida más cercana?

—Está en un sitio que llamáis Salamanca, en una cosa que llamáis… ¿Cómo era? Aero orto, creo.

Me quedé pensando. ¿Aero orto? Eso suena a culo volador.

—¿No será aeropuerto? El aeropuerto de Salamanca.

—Sí, eso que has dicho.

Eso explicaba muchas cosas. Entonces no había vuelos porque era una especie de tapadera. Entonces empecé a sentir que el suelo vibraba pero ellos parecían no darse cuenta. Entonces el mayor siguió.

—Que el aero lo que sea sea lo más cercano que conocemos no significa que esté cerca. Vas a tener un viaje largo y complicado.

—Necesito vuestra ayuda para llegar, ¿No hay nada para ir, coches, bicicletas, nada? —Las vibraciones ahora iban acompañadas de un ruido de pisadas muy fuerte—. ¿No oís eso?

—Sí, no pasa nada.

Entonces una mole inmensa bajó y se llevó al mediano. Yo me caí al suelo de culo y grité con todas mis fuerzas. Entonces me dí cuenta de que era un tiranosaurio rex, se había comido a uno de los chavales y se estaba marchando. Entonces el mayor se acercó a mí y me tapó la boca.

—Tranquilízate, ¿se puede saber qué te pasa?

—Ese dinosaurio se ha comido a tu amigo. —susurré—. ¿no vas a hacer nada?

—Claro, voy a informar a su familia y amigos.

—No le has intentado ayudar ni nada. Tenemos que matar a ese bicho antes de que se coma más gente.

—¿Pero qué dices? El animal tiene hambre, y tiene que comer. No podemos matarle por eso. Incluso podría llevar comida a sus crías.

—Espera. ¿Se ha comido a tu amigo y tú solo piensas en que a lo mejor tiene crías?

—Por supuesto. No somos asesinos despiadados como vosotros. Nosotros vivimos en paz con la naturaleza. ¡Vámonos!

—Esperad. —No se inmutaron—. ¿Dónde está el aeropuerto? La salida de la que me habéis hablado.

—Por allí. —El mayor señaló una dirección y siguieron caminando.

Yo aún estaba en shock, viendo cómo se marchaban cuando ví bajar del cielo un pterodáctilo u otro tipo de dinosaurio volador y se llevó al pequeño. El otro siguió caminando como si nada. No pude evitar preguntarme cómo podían vivir en una zona tan peligrosa.

Yo seguí su ejemplo y seguí caminando durante lo que mi reloj me decía que fueron dos semanas. Lo digo porque el sol no se movía ni un ápice del centro.
Tuve que dormir en agujeros para evitar que me comieran y comí frutas que no había visto en mi vida y bebido de ríos cristalinos. Fué una odisea pero logré llegar al agujero que estaba vigilado y aunque me juzgarán por haber entrado sin permiso a este lugar de locos, conseguí salir por el aeropuerto de Salamanca. Desde entonces entiendo su función y sentí que era mi obligación advertir al mundo de no ir a ese lugar tan terrible y salvaje.

Y todo empezó con tres golpes de suerte.




Pues, como he anticipado, no apoyo la creencia de la tierra hueca ni tengo nada en contra del ecologismo ni del animalismo. He llevado ambas ideas al extremo con la intención de crear situaciones cómicas.

Hay un punto a favor de que el relato ya no pase por el club y es que en el club no podía pasar de mil quinientas palabras. Voy a mantener un formato similar, pero este supera ese número y de haberlo enviado al club habría tenido que recortar, pero ahora puedo ser más flexible en ese sentido.

Para la semana que viene, no sé cómo saldrá al final, quiero traer otro capítulo de Adán, tengo pensado ya su cierre de personaje para dar paso a otros nuevos. Pero no sé si me dará para dos relatos o lo uniré en uno solo. Solo decir que Adán se irá por todo lo alto a vivir a un lugar diferente y maravilloso.

Mientras tanto, muchas gracias por leerme, y espero que lo hayáis disfrutado.

PD: Acabo de darme cuenta que aún tengo cinco retos del club que no he subido. Los voy a guardar para momentos en los que tenga más complicado sentarme a escribir. Entonces tiraré de hemeroteca personal.

domingo, 8 de enero de 2023

Reflexiones para el 2023

Me he tomado los dos últimos fines de semana libres, por una parte, por las fiestas que este año han caído en fin de semana y era más complicado subir algo. Pero también por otro motivo.

Las chicas del club cyrano no propusieron ningún reto en diciembre y pensé que querían darse un mes de vacaciones, pero resulta que este mes de enero tampoco han propuesto nada y cuando hablé con una de las organizadoras me dijo que, por varios motivos, no van a organizar más retos de escritura mensual. Eso me ha dejado un poco chafado, he disfrutado mucho escribiendo para estos retos, he aprendido mucho y me han ayudado con las correcciones. Me han enseñado cosas que yo, por mi mismo, no habría aprendido, y ya no voy a contar con ese apoyo tan grande.

Para este año que empieza tengo varias ideas sobre relatos que quiero escribir, el primero, es en parte inspirado en un sueño que tuve, quiero seguir ampliando lo que he llamado el universo Nueva Eva y quiero volver a traer un poco de humor absurdo del que tanto me gusta.

Puede parecer algo intranscendente, pero para mí, dar el paso a publicar sin nadie que me haya corregido es un paso importante porque nadie verá mis errores antes de subirlo y me preocupa. Espero estar a la altura y aplicar lo que me han enseñado los compañeros del club.

Quiero traer un poema, que creo que me va a ayudar a dar sentido a la reflexión, de la mano de Antonio Machado quiero recordarme a mí mismo que, aunque ya ayuda que he recibido vale más de lo que puedo expresar con palabras, ahora toca que me lance a escribir por mi cuenta y, ahora, sin red de seguridad.


Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.


Y referenciando también a un cantautor Español, uno de los más grandes, al gran Javier Krahe, en uno de sus canciones y, modificando la mítica frase de Jorge Manrique, nos dice que cualquier tiempo pasa fue anterior. Así que toca empezar a labrar un nuevo camino para este año que empieza y soñar con traer más relatos que nos inspiren y nos hagan soñar. De momento me conformo con entreteneros.

Nos vemos dentro de una semana con el primer relato sin el apoyo del club.


Relato Realidades alternativas: 1 El Teatro Real.

Otra semana más vuelvo a llegar tarde al relato. Esta vez puedo decir que lo de mil quinientas palabras se me ha ido un poco de las manos. U...